Esta frase hace algunos años era casi imposible debido a que la iglesia católica había establecido que cualquier sacramento celebrado fuera de una Iglesia y directamente en la playa no tuviera validez oficial.
Actualmente este ya no es el caso y a lo largo de la Riviera Maya podemos encontrar Capillas Católicas Autorizadas que tienen como objetivo único cumplir con el sueño de los que anhelan poder casarse por la iglesia pero frente al mar.
Y como no querer tener una boda así, si cuando esta uno en el altar viendo al horizonte del mar caribe, con esos colores; que aunque llevo mirándolos mas de 20 años no me canso nunca de su espectacular belleza; uno piensa: -esto es probablemente lo más cercano a Dios y al paraíso, que jamás estaré.
En tu boda cuando el altar esta a escasos metros de donde rompen las olas y donde las conchas se convierten en arena; dejar una lagrima correr por la emoción que crea este momento sagrado es casi imposible.
Poder declarar amor eterno, promesas y el comienzo de una nueva vida juntos ante la bendición del todo poderoso no puede ser mas sublime y más especial que ahí frente a la inmensidad del océano; con la vista fija en el horizonte, es sin lugar a dudas el momento culminante de la ceremonia.
En las diferentes capillas que encontramos a lo largo de nuestra hermoso corredor turístico Cancún – Tulum se encuentran las capillas dentro de los hoteles y Resorts, o las capillas semipúblicas para ceremonias más exclusivas. Algunos de los requisitos por los que estas capillas deben de pasar son: ser bendecidas por el Obispo, según el rito prescrito en los libros litúrgicos; reservarse exclusivamente para el culto divino y quedar libres de cualquier uso doméstico. Uno de los puntos más importantes es que una vez concedida la licencia, la capilla no puede destinarse a usos profanos sin autorización del mismo Ordinario.
En el corazón de la Riviera maya encontramos una de estas Capillas aprobadas La Capilla de Nuestra señora del Silencio, ubicada en Playa del Secreto. Este mágico lugar se encuentra a escasos metros del mar, y es sin temor a equivocarme de los lugares favoritos del mismo Obispo, que muy emocionado aboga por la difusión de su existencia, para poder ponerla al alcance de más personas que comparten un deseo en común; guardar en sus recuerdos las palabras del Padre: -“Lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre”- teniendo de fondo la banda sonora de la naturaleza, el melodioso sonido producido por el suave y delicado vaivén de las olas del mar.
Si estas pensando en una ceremonia frente al mar, pero te daba miedo que no tenga validez oficial para la iglesia católica, seguro después de leer esto te sentirás aliviada de saber que el lugar donde podrás celebrar la boda de tus sueños se encuentra más cerca de lo que imaginas.
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